
LaVozObrera .- Los repartidores o trabajadores delivery laboran en Venezuela «por cuenta propia», sin seguro de vida o alguna medida de protección en caso de ser víctimas de robos. Expertos consultados urgen a que se establezcan condiciones mínimas para ese sector. Señalan que en naciones como España o Uruguay se ha declarado la existencia de una relación del trabajo.
Aseveran que solo los tribunales laborales podría determinarlo, pero la inobservancia de la ley por la inacción de las autoridades mantiene a un importante contingente, en su mayoría de motorizados, trabajando en la indefensión.
La falta de precisión sobre la situación laboral de «los delivery» mantiene a los trabajadores de servicios de reparto a domicilio entrampados en la indefensión y la falta de condiciones laborales. En su mayoría motorizados, trabajan con sus propios equipos, sin seguro médico y sin alguna garantía de protección en caso de ser víctimas del hampa o sufrir un accidente durante la faena.
Este contingente se engrosó, a nivel mundial, ante el desempleo causado por la pandemia de covid-19 que, al mismo tiempo, abrió oportunidades para explotar comercialmente el segmento de las entregas a domicilio.
La mayoría de las personas que prestan servicios de delivery en Venezuela son hombres mayores de edad. Los consultados para esta nota tienen entre 19 y 40 años y en algún momento se desempeñaron como mototaxistas. Quienes se animaron a ser parte de esta flota se sintieron atraídos por la idea de ser «su propio jefe».
«Trabajo como delivery desde hace casi dos años, me puse a trabajar de delivery en octubre del 2020. Hasta la fecha me ha ido bien, es uno de los mejores trabajos. Soy independiente, trabajo cuando quiero y me conecto cuando quiero. El sueldo me lo pongo yo», relata a Jefferson, de 25 años y que trabaja para la empresa Yummy.
El trabajador asegura que Yummy no se hace responsable por la flota de repartidores. Esta empresa es una plataforma que se alía con comercios y los clientes, por medio de una aplicación, piden a los comercios el servicio de entrega.
El contrato, explica Jefferson, dice que son trabajadores independientes y que «prestamos el servicio para ellos». En otras otras empresas sí se debe cumplir horario porque el negocio asume a los motorizados.
«Nos asesoran con empresas de seguros y cosas así, pero no se hacen responsables de nada, ni de accidentes ni de robos», reitera Jefferson.
¿Delivery a conveniencia?
El limbo legal en el que se encuentra el sector ha generado debates. El 17 de junio, repartidores de la aplicación de envíos a domicilio Yummy y los conductores de Yummy Rides, una subsidiaria para servicios de transporte en automóviles, denunciaron la reducción de sus ganancias por decisión de la empresa e irregularidades en los pagos.
Durante la manifestación denunciaron que la compañía no les ampara con un seguro médico en caso de tener algún accidente en su jornada laboral.