Pero más allá del factor geográfico, Afganistán tiene una importancia de primer orden en otros campos igualmente estratégicos que permiten dimensionar de mejor manera lo que ha perdido EE.UU
Publicado Por LaVozObrera.com.ve 24/08/2021 a las 08:15 AM

El territorio actualmente conocido como Afganistán tiene una ubicación geoestratégica de importancia entre el centro y sur de Asia que data desde la antigua Ruta de la Seda. ¿Por qué es este país tan importante para la política global?
Su cualidad geográfica como cruce de caminos y de rutas comerciales entre China, India, Asia Central y Oriente Próximo poco ha cambiado desde entonces, y es la base fundamental que ha convertido a este país en un epicentro de disputa entre imperios.
La política imperial de intervención de EE.UU. contra Afganistán contó desde el principio con su valor geoestratégico. Desde allí buscaron, con la ocupación punitiva de 2001, instalar una plataforma de desestabilización contra Irán, China y Rusia.
Pero más allá del factor geográfico, Afganistán tiene una importancia de primer orden en otros campos igualmente estratégicos que permiten dimensionar de mejor manera lo que ha perdido EE.UU. tras fracasar militar y políticamente en el país asiático.
No es la lucha contra el terrorismo lo que animó a las potencias a invadirla
Nunca se trató de luchar contra el terrorismo o convertir a Afganistán en un Estado democrático de formato occidental que purgara al Talibán, sino de utilizar este importante territorio con el propósito de atacar los flancos débiles de las potencias emergentes de Eurasia.
Desde hace al menos una década se sabe que Afganistán posee amplias reservas de litio, todavía sin explotar, valoradas en aproximadamente un billón de dólares, lo que podría convertir a la nación en la segunda reserva más importante de este mineral después de Bolivia.
Además del litio, el país tiene amplios depósitos de oro, cobre, cobalto, tierras raras, entre otros recursos, lo que lo convierte en un importante centro minero ubicado en el centro-sur de Asia con enormes posibilidades de cambiar el equilibro de poder en Eurasia.
Economía del Opio
La intervención estadounidense convirtió a Afganistán en un epicentro global de producción de opio y heroína. En 2017, la producción de opio estuvo valorada entre 4 mil y 6 mil millones de dólares, suficiente para fabricar 900 toneladas de heroína pura.

La narcoeconomía representaba para este año entre 20% y 32% del PIB de Afganistán, un sinfín de recursos que, según autores como Seymour Hersh y Peter Dale Scott, figura como la principal fuente de financiamiento para operaciones encubiertas principalmente de la CIA
Además, Afganistán está en el centro de una encrucijada energética entre las importantes reservas de gas del Mar Caspio y China, India y Rusia. Una intrincada red de oleoductos y gasoductos con cercanía a sus fronteras ha redoblado su cualidad geoestratégica con el tiempo.

En consecuencia, la estabilización de Afganistán daría pie a la construcción de nuevos corredores energéticos, en sentido este y oeste al mismo tiempo, que impactarían positivamente en la conectividad energética de Asia, desde Irán hasta Rusia, China e India.
Visto globalmente, el fracaso de EE.UU lo distancia de un centro estratégico de poder energético y geopolítico, cuya evolución, de ser positiva, podría interrumpir su acceso a rutas de suministro clave, incapacitándolo a la hora de ejercer influencia en el reordenamiento asiático