
La reunión que sostuvo ayer el presidente Juan Manuel Santos con el excandidato presidencial Henrique Capriles Radonski generó un impasse con el Gobierno venezolano, que anoche anunció la evaluación de sus relaciones con Bogotá.
El incidente ocurre cuando apenas el lunes pasado se reunieron ministros de Santos con sus pares venezolanos para combatir el contrabando y fortalecer el abastecimiento de alimentos en la frontera.
Elías Jaua, canciller de la República, fijó posición sobre el encuentro de Santos y Capriles, a puertas cerradas, en el Palacio de Nariño, como parte del viaje del gobernador de Miranda que también se reunió con parlamentarios.
“Sin duda alguna que la situación que hoy se ha presentado nos obliga a nosotros a revisar la participación de Venezuela como facilitador en el acuerdo de paz colombiano”, explicó Jaua.
Anunció que se llamó a consulta a Caracas a Roy Chaderton, representante del país en las negociaciones de paz que se desarrollan en La Habana, para evaluar la continuidad en el diálogo entre el Gobierno de Santos y las Farc.
“No tenemos más que lamentar profundamente que el presidente Santos haya dado un paso que de manera dolorosa, debemos decirlo, nos va a llevar a un descarrilamiento de las buenas relaciones que tenemos, es lamentable”, comentó el canciller a su salida de una reunión con el presidente Nicolás Maduro, en Miraflores.
“Pensábamos que aquel encuentro de Santa Marta, donde se reunieron el presidente Santos y Chávez, daba inicio a una relación de respeto mutuo, y así fue durante mucho tiempo, siguiendo aquella máxima que el propio presidente Santos repitió o dijo: ‘No dejemos que nos saquen del carril”, señaló Jaua, al recordar que desde 2010 se restablecieron las relaciones con el vecino país, luego de serios impasses con la gestión de Älvaro Uribe.
Anoche, la canciller colombiana María Ángela Holguín, declaró que “el presidente de la República, Juan Manuel Santos, desde que inició su Gobierno, decidió tratar los asuntos con el Gobierno de Venezuela de una manera directa y sin micrófonos”, dijo .
“En aras de mantenernos alejados de la diplomacia de micrófonos que es tan dañina, trataremos este tema de manera directa con el Gobierno Venezolano”, agregó la ministra.
Santos y Capriles se reunieron a primera hora del miércoles, durante unos 50 minutos, en la Casa de Nariño. No trascendieron de inmediato los temas que abordaron. Capriles adelantó que hoy dará una rueda de prensa para ofrecer detalles sobre la reunión, así como se reunirá con la colonia venezolana.
Jaua recordó que tanto Chávez como Maduro “han cuidado esas relaciones, pero lo más lamentable es que nuevamente se confirma que desde Bogotá hay una conspiración abierta contra la paz en Venezuela. De verdad es lamentable que para ambos pueblos (…) Porque Venezuela está haciendo un esfuerzo denodado para que la paz se produzca, reciba como respuesta, de las instituciones del Estado colombiano, en Bogotá, el aliento y estímulo a quienes pretenden desestabilizar la paz en Venezuela”.
Indicó también que “tal vez sea el inicio de una nueva escalada para minar las buenas relaciones entre Venezuela y Colombia, para afectar la estabilidad política de Venezuela. Pensábamos que era una etapa superada, pero el recibimiento hoy de una persona que desconoce las instituciones venezolanas (…) es una muy mala señal”.
Horas antes, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional (AN), también rechazó el encuentro tras recibir a Capriles en su despacho. “Se trata de una conspiración contra Venezuela que encuentra en territorio colombiano y en el Gobierno colombiano apoyo. Si no, que digan lo contrario”, indicó al asegurar que la reunión de Capriles con Santos es una “mampara” para otras acciones del opositor.
El también vicepresidente del Psuv arremetió contra el líder opositor a través del Twitter: “Me imagino que la primera pregunta que le hizo el presidente Santos al asesino fascista Capriles fue por los muertos del 15 y 16 de abril”.
Cabello enfatizó: “Esta reunión de Santos trata de ser la mampara, Capriles está en Colombia es reuniéndose con Uribe y con J.J. Rendón que también es asesor del presidente Santos”.
Al respecto, Capriles dijo al salir de su reunión en el Congreso, que “lo que diga el Gobierno ilegítimo no me genera ninguna preocupación. Los enchufados estaban diciendo cualquier cantidad de cosas, eso son picadas de mosquito, lo que digan me tiene absolutamente sin cuidado”.
Dijo que fue despojado de la victoria y que el estado de las instituciones en el país lo obligaban a a “encender las alarmas en los organismos internacionales”. Desde el lado colombiano, la lectura que se hace a la reunión apunta a que Santos se vio obligado a atender al excandidato ante las críticas a su Gobierno por parte de sectores opositores, que cuestionan la estrecha relación que ha sostenido desde que asumió la Presidencia, primero con Chávez y luego con Nicolás Maduro. La crisis política y diplomática parece comenzar.
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